martes, 7 de abril de 2020

El discurso del rey - Un referente de la relación que hay al entrenar una persona


Esta película es la posibilidad de comprender que el entrenamiento con una persona parte de aceptarla completa, con méritos y defectos, y emprender un camino juntos para poder llegar a maximizar ese potencial que hay en cada uno de nosotros.

En esta película podemos ver la Duque de York, el cual está afrontando su timidez y su tartamudeo por cuestiones meramente profesionales y de rol de realeza, ha tenido intervenciones que resultaron infructuosas, que terminaron por mellar su confianza y esperanza al respecto. Su esposa va en camino de ayuda no muy convencional para él, y dadas las circunstancias se crea la oportunidad apropiada para evidenciar una gran transformación conjunta.

Se puede ver que Lionel Locke, el terapeuta del habla, se da cuenta que el tema de tartamudez es profundo, tiene que ver con temas de la infancia, con relaciones que no han sido sanadas, y lo demuestra por medio del experimento que realiza de lectura con música a todo volumen. Lo cual genera el espacio de confianza que el Duque no había experimentado en anteriores intentos por solucionar su problema.

El señor Locke utiliza la risa, y el reto como una manera de crear confianza, en adición de confrontar al ego del duque, en donde sus maneras de ser se encuentran entre la humildad, el servicio y el rigor. Así logra desentrañar que es su relación con su padre y su necesidad de no decepcionar desde los resultados lo que atormenta al duque, siendo esta la raíz. Acá podemos ver que la confianza es fundamental a la hora de ir más allá de los síntomas y poder llegar a la causa real de los comportamientos.

Uno de los objetivos trazados en la intervención es la búsqueda de la autenticidad como un elemento clave en la aceptación y en la búsqueda de la maestría. En este acaso el dominar el hablar en público y poder manejar la ansiedad. Todo por medio de la práctica continua.

Un elemento importante es involucrar a personas que hagan parte de la vida del paciente, en media que sea ganador, el amor y el hacer parte permite que el vivirlo juntos sea una gran opción, en donde hay aprendizaje y aceptación, lo cual facilita el proceso. Desde la humildad se pueden crear nuevos comienzos con las relaciones correctas.

Si logramos relajar a la gente, su camino al éxito está garantizado en medida que la presión por los resultados se diluye, y en su ausencia el disfrute del proceso empieza a ser lo relevante. En ese espacio de confianza la honestidad fluye y desde ahí, desde el compartir la historia las causas se hacen visibles y fáciles de intervenir.

A fin de cuentas, es la experiencia más que el conocimiento, importa más la relación que creas con quien entrenas, que lo que sabes o dices saber. Porque el arrojo es lo que crea el resultado al final. Lo que estás dispuesto a crear para la otra persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario